En Bogotá, la Dirección de Diálogo Social atendió 1.915 manifestaciones registradas en 2021.
Liliana Cortés ingresó a la Dirección de Diálogo Social a través del programa Talento No Palanca del Departamento Administrativo del Servicio Civil Distrital.
Liliana es madre cabeza de familia y siempre trabajó por resolver los problemas de su comunidad en Suba.
Liliana Cortés hace parte del equipo de Diálogo Social y Convivencia de la Secretaría Distrital de Gobierno, el cual realiza acompañamiento a las manifestaciones que se registran en la ciudad con el fin de garantizar el derecho a la protesta. Son hombres y mujeres comprometidos con atender cada movilización basados en el respeto para resolver o transformar de manera pacífica los conflictos que se generan en cada una de las localidades de la ciudad, que en el 2021 alcanzaron la cifra 1.915.
El sueño de Liliana de trabajar con el Distrito se hizo realidad en el 2020: en enero de ese año se postuló al programa Talento No Palanca, que lidera el Departamento Administrativo del Servicio Civil Distrital, y en mayo fue seleccionada como una de las mujeres que estarían en la Dirección de Diálogo Social para atender los diferentes tipos de conflictividad que se presentan en Bogotá.
“Me siento muy feliz de trabajar en el Distrito. Me gusta mucho lo que hago. Era un sueño que tenía y se hizo realidad. Esto mejoró no solo mi calidad de vida, sino que he podido darles mejor educación a mis hijos y estar más con ellos. Estoy muy agradecida con mi trabajo”, expresa Liliana con mucha felicidad.
En los dos años que lleva en la dirección de Diálogo Social de la Secretaría Distrital de Gobierno, ha atendido manifestaciones en Suba, Ciudad Bolívar, Kennedy y Usme, donde ha enfrentado situaciones de riesgo que se han presentado entre los participantes de las movilizaciones y la fuerza pública.
Su manera de resolver los conflictos es a través de la empatía y el diálogo. “Lo más importante es salvaguardar la vida de los transeúntes, por eso siempre trato de mantener la calma, pienso en mis dos hijos, me encomiendo a Dios y sigo para darle una salida dialogada a la situación que se está enfrentando”, afirma Liliana.
Antes de su ingreso a la Secretaría Distrital de Gobierno, ella trabajaba como lideresa en el barrio Suba Rincón, donde vive. “Desde muy joven sentí el compromiso de trabajar con y por la gente, me encanta hacerlo. Siempre he estado dispuesta a ayudar a todas las personas que lo necesiten”, asegura.
Esta mujer de 32 años, madre de dos hijos (un joven de 17 años que está próximo a graduarse de bachillerato y su hija de nueve años), con su carácter fuerte -y al tiempo conciliador- vio desde muy joven que su misión era trabajar por el bienestar de las personas más vulnerables de su comunidad.
“Cuando se presentaba un problema en mi barrio o con mis vecinos, yo siempre acudía a escucharlos y a buscar la forma de darle solución. Eso me nacía del corazón”, manifiesta.
Ahora, su propósito es seguir fortaleciendo sus habilidades como negociadora en el equipo de Diálogo Social. Por eso, ya tiene claro que para el próximo semestre entrará a estudiar trabajo social en la Universidad Católica.
“Nunca hay que dejar de soñar. Yo los invito a que crean en sus talentos y en sus habilidades para que aprovechen las oportunidades que ofrece el Distrito con programas como Talento no Palanca, que ayuda a hacer realidad el sueño de tener un empleo”, concluye Liliana.
