Hasta hoy, José David Díaz, profesional de apoyo de la Secretaría Técnica de Discapacidad, ha escrito su historia en un pentagrama, la representación gráfica de una pieza musical. La ha construido sobre una progresión armónica que combina, sin disonancia alguna, sus experiencias como persona ciega, músico profesional, padre de familia e integrante de un equipo que ha impulsado varios proyectos para reivindicar a las personas con discapacidad en el Distrito.
El relato de su vida se basa en una clave, compás y tonalidad determinados por el legado artístico que su bisabuelo, Enerio Díaz, les heredó a su padre y a sus tíos. Siendo muy pequeño, José David empezó a disfrutar de las tonadas que ellos tocaban y quiso seguir ese camino. Por ello, empezó a formarse, a sus nueve años, en el Instituto de Niños Ciegos y, luego, en la Academia Musical Cristancho, “por entonces dirigida por los hermanos Mauricio y Francisco Cristancho, y que ahora es la facultad de música de la Universidad Sergio Arboleda”, afirmó.
Posteriormente, se graduó como músico de la Universidad Distrital, para iniciar una senda por la composición y la producción, que ha llegado incluso al teatro, ambiente en el que conoció a su esposa, Rocío. Ella es actriz e historiadora, y a quien José representa como “la nota que define la tonalidad de mi vida, mientras yo soy la quinta de su escala, que es la que siente mayor atracción por ella”, aseguró.
Junto a Rocío, Díaz hace producciones teatrales y elabora piezas musicales con su guitarra y su violín, además de crear contenidos con criterios de accesibilidad para facilitar la recepción del mensaje por parte de la población con discapacidad. Con esta convicción, José David ha acompañado la puesta en marcha de la Asociación Integrarte y la de su empresa orgullo, ´Café a Ciegas´, “con la cual presentamos una experiencia de 50 minutos, totalmente a oscuras, en la que los espectadores realizan un viaje por la música, el teatro, la literatura y por todos los sentidos, a través de una taza de café que se prepara durante el espectáculo. Es todo un ritual”, puntualizó.
La melodía de su vida tiene un componente especial como lo es el trabajo con el Distrito. Como si fuera la interpretación de un arpegio o sucesión armónica de cuerdas, José describe su trayectoria con el equipo de discapacidad de la gerencia de fortalecimiento del Instituto Distrital de Participación y Acción Comunal. “Allí laboré en temas de participación, apoyando el ámbito local, en 2016 y 2017. Luego, en 2020, estuve con el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, con el que hicimos unos audiolibros con contenido social”.
Desde 2022, José David hace parte de la Secretaría Técnica de Discapacidad, instancia mediante la cual la Secretaría de Gobierno articula las acciones del Sistema Distrital de Discapacidad. “Mi trabajo se enfocó, en un principio, en avanzar en el tema del seguimiento a todas las localidades en cuanto a funcionamiento de los consejos locales”, señaló Díaz.
“Posteriormente, migré al trabajo metodológico, que es lo que estoy realizando ahora, apoyando cada uno de los procesos y coordinando tres comisiones, relacionadas con el fortalecimiento de los representantes locales y distritales; con la transformación y disminución de imaginarios y paradigmas; y la última, con los temas de acceso, accesibilidad, disfrute del entorno y del medioambiente”, enfatizó.
También integra el grupo que divulga, a nivel local, las acciones que implementará el Distrito con la nueva política pública de Discapacidad, uno de los grandes logros de la administración que beneficiará a cerca de 250 mil personas de esta población durante los próximos doce años, con recursos cercanos a los 2,2 billones de pesos.
Con esta política, José considera que se pasa de “un modelo rehabilitador a otro que está en el marco de los derechos. Ahora toca que ese impacto en lo normativo aterrice en lo social y en lo cultural. En ese sentido, se está trabajando también en el sector privado”, explicó.
En el pentagrama de este gestor cultural se seguirán escribiendo nuevos capítulos de su historia. El principal, con sus tres hijas, que significan para él la triada de notas que estructura el mejor acorde de su vida, y quienes, con sus estudios en música, seguirán extendiendo el legado de su tatarabuelo Enerio. Y en la Secretaría de Gobierno, José expresó que seguirá avanzando “en aprendizajes, entendimiento de los procesos y dinámicas, aportando desde el ámbito cultural y artístico”, concluyó.
